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¿Hasta dónde puede llegar el compromiso social de un empresario?

Los empresarios y directivos se encuentran siempre rodeados de dilemas. Con los recursos que tienen a su disposición pueden hacer varias cosas: invertir para ganar más dinero, contratar más empleados, subir los sueldos, repartir beneficios a los accionistas, crear una guardería para los hijos de los trabajadores, donar recursos a ONGs, abrir una cuenta secreta en Suiza y no decírselo a nadie...

Muchos empresarios, creo, tienen resuelto el problema. Su misión es generar riqueza y sus acciones están dirigidas fundamentalmente a conseguir ese objetivo. No es malo, ya que la generación de riqueza es, probablemente, una de las mejores aportaciones que las empresas pueden hacer a la sociedad. Pero indudablemente, pueden hacer otras cosas.

En mi carrera de publirreportero (anterior a la de comunicador empresarial), tuve la oportunidad de entrevistar a cientos de empresarios en todo el mundo. Quizá lo que más me llamó la atención en aquel periodo fue el discurso monocorde que encontré en todo el mundo. Los empresarios, desde Canadá a Filipinas pasando por Croacia, quieren sólo tres cosas: impuestos más bajos, tipos de interés reducidos y flexibilidad del mercado laboral.

Bueno, todos los empresarios no.

Allá por 1995 tuve la oportunidad de hacer una entrevista que ha dejado una huella indeleble en mi memoria. Yo estaba en la India, donde la rigidez del mercado laboral era por entonces severa (no sé cómo está ahora el tema). Por lo tanto, era un tema que surgía recurrentemente en las entrevistas. Y, cómo no, los empresarios querían que aumentase la flexibilidad.

Sin embargo, la India es un país curioso en el que los empresarios en general tienen una gran conciencia social. Por lo tanto, su petición de flexibilidad la rodeaban siempre de matices (se oponían al despido libre, querían acompañar la flexibilidad con medidas de colchón social, etc.)

Y en un caso concreto, al preguntarle a un empresario si estaba a favor de incrementar la flexibilidad del mercado laboral me contestó directamente que no.

Muy sorprendido, le pedí que argumentase su posición. Y esto, más o menos, pues cito de memoria, fue lo que me contestó:
La India es un país pobre y despedir a un trabajador significa condenarle a él y a toda su familia a la miseria. En el caso de encontrarme con que me sobran trabajadores, mi misión como empresario es encontrar una actividad rentable en la que emplear esa mano de obra. Ese es mi trabajo y ese es mi compromiso con esta sociedad.
Destaco la palabra rentable (y me sigo quitando el sombrero ante el nivel de compromiso que mostró el entrevistado).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
He tropezado con un post que me ha hecho pensar en tu empresario ejemplar:
What the hell is CSR?

ps: ¡Felicidades, jovenzuelo!